‼️El Problema
Es muy preocupante saber que según el Banco Mundial, una cuarta parte de la población global está excluida del sistema financiero tradicional. Su única fuente de capital de trabajo son los pequeños préstamos en efectivo que a veces consiguen dentro de sus propias comunidades, a menudo pagando más del 100% de interés anual por un dinero extremadamente escaso.
Lo más grave es que el 70% de estas personas no bancarizadas son pequeños agricultores que viven en la pobreza a pesar de producir un tercio de los alimentos del mundo.
Esta exclusión se concentra particularmente en la financiación agrícola a largo plazo, para la cual el 98% de la demanda mundial sigue sin satisfacerse (casi 1 billón de dólares).
Sus consecuencias sociales, económicas y medioambientales tienen un alcance global y son muy severas: migración, pobreza y deforestación por nombrar algunas, por lo que es crucial implementar una solución inmediata con resultados a corto y largo plazo, ya que la agricultura es clave para el cambio climático.
El café es un claro ejemplo de la asimetría de las actuales cadenas de suministros, donde el pequeño productor es el eslabón más débil: el 80% de todo el café del mundo es producido por pequeños agricultores que cultivan en promedio 2 hectáreas cada uno, pero los bancos y las microfinancieras no les atienden, a pesar de que el café es una de las mercancías más comercializadas en bolsa.
Esto se debe principalmente a que sus tierras no califican como garantía comercial y su falta de conectividad impide la generación de datos.
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